Una mejor comunicación y un mejor modelo de gobernanza, en la empresa, tienen un mismo objetivo para llevarte al éxito: prepararte para las necesarias conversaciones incómodas que sin duda te esperan.

Cuando hablamos de gobernanza empresarial hay mentes que sólo son capaces de atraer la imagen de una sala de juntas, números y decisiones. Se trata de mentes que tienen un largo camino que recorrer, porque deben llegar a comprender que tener una buena estructura y gobierno adaptado a la empresa en concreto, en el más amplio sentido, es comunicación: con los socios, con los colaboradores, proveedores y también y muy especialmente con clientes, entidades financieras e inversores de toda condición. 

Los mecanismos y modos de toma de decisiones permean a los acuerdos esenciales en los primeros momentos de vida de la empresa. No se ve, pero se va a acabar notando, porque soportan las características que hacen irresistible una startup: expectativa de rentabilidad, sostenibilidad más allá de una pasajera oportunidad de negocio y potencial crecimiento.

Ante las tradicionales propuestas que aconsejan cómo venderte bien, la startup se autochequea: 

“Tengo un buen Modelo de Negocio”, más allá de la oportunidad de mercado y la propuesta de valor, el proyecto empresarial debe tener capacidad de adaptación sin perder su esencia. Ahora, al comienzo, más que nunca, la toma de decisiones debiera ser rápida y bien, para ser certera. La innovación no obliga a disrupción; un pequeño detalle puede marcar la diferencia; en cambio, la toma de decisión para los acuerdos debe buscar acierto de modo constante, porque los golpes de suerte existen, o no.

“Tengo un Equipo Valioso, más allá de su extraordinaria cualificación, y cohesionado, más que un conjunto de estrellas”, pregúntate si son felices, si quien gobierna ha captado sus expectativas y las puede y quiere satisfacer mediante acuerdos, si el equipo está alineado con las políticas -siempre, expresas o tácitas- y objetivos de la empresa y hasta cuándo crees que lo estarán. Sí, felices, porque si no lo son, tendrás que empezar a preguntarte cuánto tiempo van a quedarse; empieza a preguntarte qué belleza interior va a brotar a la superficie en el momento en que un inversor converse con alguno de esos miembros de tu valioso equipo.

“Tengo alta Rentabilidad, la innovación me ha dado la oportunidad de un negocio de Crecimiento Exponencial”. Todo el mundo sabe que los clientes son la mejor forma de financiación. Crea buenos acuerdos con clientes y proveedores. El “no inventes, copia” no funciona cuando, de verdad, quieres crear vínculos, porque hagas lo que hagas, incluso en el mundo del “metaverso”, trabajarás con personas. La casuística está llena de ejemplos en los que “el multiplicar por diez en tres años” no te salva del desplome. “Se veía venir” dicen los mismos que segundos antes de la suspensión en bolsa, aplaudían.